A
continuación, explico dos experimentos que les gusta mucho a los niños y niñas:
Experimento 1: Formamos cristales
En
el taller, prepararé dos vasos para cada niño y niña, una jarra de agua
caliente , platos de plástico pequeños, tijeras, cucharillas, pinzas y
etiquetas. Los vasos tendrán que estar llenos hasta la mitad de agua caliente.
Les diré que pasaré con un polvo especial y echaré en uno de los vasos sal de
cocina que se disolverá en el vaso con una cucharilla.
Seguidamente,
cada niño y niña recortará una tira de cartulina de modo que la mitad quede sumergida en el vaso, mientras la otra permanece seca. Los vasos no deberán
moverse.
El
fin de la actividad es estar pendientes de ver que le pasa a la cartulina.
Poco
a poco, se irán formando en las paredes de la cartulina negra cristales de sal.
Entonces, se sacarán las tiras del agua y cuando éstas estén secas, se podrá
observar con una lupa los pequeños cristales de sal que se han formado.
Se
utilizará el mismo procedimiento con el otro vaso lleno de agua caliente hasta
la mitad. Después, se añadirá una cucharadita de magnesia que se disolverá lo
mejor posible. En este caso, se
prepararán dos discos de cartulina negra y se colocará sobre cada uno, una
delgada capa de solución de magensia. Y tras esto, se guardará en un lugar
segundo. Pasado un tiempo, se formarán en la cartulina negra, por evaporación,
cristales de magnesia que al igual que en el caso anterior se podrán observar
con la lupa.
Asimismo,
se podrá adoptar el mismo procedimiento con otras soluciones para ver que
sucede en cada ocasión.
Experimento 2 :Divertirse con la
efervescencia
El grupo
de trabajo, deberá contar con algunas bebidas gaseosas, un vaso de sal de
cocina, uno de azúcar y varios envases transparentes y resistentes. Se echa un
poco de bebida en uno de los envases y se observa lo que sucede.
Asimismo,
se añade una cucharada de sal en la bebida recién vertida en el envase. A
medida que se va observando se puede ir comentando la actividad, además de
repetir la experiencia utilizando otros productos, como por ejemplo el azúcar,
para ver si hay diferencias en la reacción del líquido.
A todo
esto, se podrán unir, como otra observación de la efervescencia, las burbujas que se forman cuando se añade sal a las bebidas gaseosas.
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