PRIMEROS AUXILIOS: TRAUMATISMOS Y HERIDAS EN INFANTIL


¿QUÉ HACER?


         Mientras estas en en el aula un niño se da un golpe en la cabeza. Llora sin parar y le sale un chichón.



En este caso, se ha producido una contusión (de segundo grado), ya que el niño, al que llamaremos JUAN, al caerse por las escaleras se ha dado un golpe en la cabeza y a consecuencia de ésto, se le ha inflamado la zona y le ha salido un chichón, debido a la acumulación de los vasos rotos.

     Pero, ¿qué es una cotusión? Pues es un traumatismo de origen físico producido por golpes contra objetos de superficie roma, sin ángulos ni puntas, que no rompen la piel pero sí afectan los tejidos subcutáneos, como en el caso de Juan

     En esta situación, Juan no ha perdido la conciencia y responde, ya que llora por el el dolor provocado y, cómo no, por el susto que supone la caída y el golpe. Tras el golpe, el llanto suele durar varios minutos, pero no se alarga en el tiempo. Si continúa llorando después de 10 minutos, es que hay algo que le sigue provocando malestar o dolor, deberemos estar pendientes, por si hay que acudir al centro médico.

Asimismo, lo primero que tenemos que hacer es calmar a Juan, consolarlo, abrazarlo, sentarlo (elevando así la cabeza por encima del nivel corazón para reducir el volumen del hematoma), cantarle y decirle que no pasa nada y evitar que se toque la zona afectada. De esta forma, conseguiremos que el niño deje de llorar y se vaya calmando, poco a poco.

Seguidamente,  tendremos que  aplicar compresas frías en el punto afectado con cuidado y sin apretar demasiado, volviéndolas a enfriar cada cinco minutos ya que debido a la temperatura ambiente y corporal tienden a calentarse con rapidez.

A modo de compresas frías podemos usar paños de cocina mojados en agua fría y bien escurridos, cubitos de hielo o una bolsa de congelados envueltos en trapos e incluso se puede sumergir la zona, debajo del grifo en agua fría. De este modo, calmaremos el dolor, se irán cerrando los vasos sanguíneos y se bajará la inflamación.

También, se puede aplicar algún producto, crema o sticka base de árnica o con pentosano polisulfato sódico, indicado para hematomas (se puede preguntar en la farmacia para saber cuál es el más indicado).

Además, no debemos olvidar que es frecuente, que tras el llanto y el berrinche, del propio cansancio, Juan quiera dormir, si ocurriese, se podrá acostar pero siempre teniendo la cabeza más alta que el resto del cuerpo, utilizando por ejemplo una almohada.

Por último, en estos casos, es muy importante avisar a la familia para que vayan observando al niño a lo largo del día,  durante mínimo 24 horas y durante el sueño nocturno, ya que si se muestra confuso, con mareos, conducta anormal, vómitos, se tropieza, tiene dificultad para caminar o el chichón va más allá, tendrán que llevarlo al centro médico para que lo valore el pediatra.


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